Hace 60 años el mundo conoció uno de los juguetes más icónicos de la historia: el ladrillo de LEGO. Fue en 1949 que la firma danesa comenzó a producir un bloque de plástico similar al actual, aunque el ladrillo que hoy todos conocemos no salió del cascarón hasta 1958.
LEGO necesitó varios años y muchas versiones para dar con el diseño de su famoso “brick”, que reinventó en su día el mundo del juguete y brindó la posibilidad de dar forma, ladrillo a ladrillo, a las fantásticas ideas alojadas en la mente de los niños y, por qué no, también de los adultos.
El “brick” de LEGO es uno de los productos más emblemáticos de la compañía y, como tal, ha protagonizado miles de veces la publicidad de la firma danesa. Los ladrillos de LEGO son una fantástica materia prima que, gracias a sus infinitas combinaciones, hacen brotar además la creatividad que corre por las venas de la publicidad. Aquí algunos ejemplos.