El marketing es una disciplina perpetuamente cambiante a la que le encanta colgarse del brazo de todas las modas que salen a su paso. Sin embargo, y pese a que las modas son capaces de encandilar hasta a los marketeros más experimentados, hay algunas cosas que nunca cambian en el marketing.
De hecho, para triunfar en esta disciplina es positivo echar de vez en cuando la vista atrás y fijar la mirada en los consejos viejos, y por ello sabios, que recoge a continuación Inc.:
- La autenticidad lo es todo. Las marcas que aún no comparten historias verdaderamente auténticas están condenadas a toparse con el muro de la indiferencia cuando tratan de conectar con su público objetivo. Y si el público no conecta con las marcas, no comprará los productos que estas venden. Así de sencillo.
- Es necesario poner atención en el bosque y no tanto en los árboles. En lugar de concentrarse en plataformas concretas como Snapchat e Instagram, las marcas deberían esforzarse por alcanzar la maestría en la generación de contenidos en formatos más o menos genéricos como el audio y el vídeo. Las plataformas cambian (a veces de la noche a la mañana), pero los formatos son menos permeables a los cambios (y por eso merece la pena concentrarse en ellos).
- El contenido es el rey y la comunidad es la reina. De nada sirve generar contenido de calidad a mansalva si no hay después una comunidad interesada en consumirlo y compartirlo en la red de redes. Tan importante es conectar con la comunidad como generar contenido.
- No hay que quitar ojo a la competencia. Las marcas están obligadas a rastrear permanentemente a sus rivales y examinar pormenorizadamente lo que a ellos les funciona (y lo que no) para tomar decisiones utilizando como brújula los resultados derivados de esta observación.
- No todas las plataformas funcionan de manera idéntica. Cada plataforma a disposición de los marketeros tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y las marcas deben examinarlos minuciosamente para forjar conexiones sólidas con el consumidor. En Twitter el consumidor aprecia, por ejemplo, que las marcas hagan guiños a temas de actualidad. En Instagram, cuyo carácter es más aspiracional, el consumidor prefiere, por el contrario, el contenido con el foco puesto en el “lifestyle”.
- La consistencia es clave. La consistencia es vital en el universo marketero en sentido de mantener una línea de acción. Agasajar al cliente con una campaña de excepcional calidad y “castigarle” después con dos campañas mediocres hace un flaco favor a la marca que está detrás.
- Dar demasiadas vueltas a las cosas es una pérdida de tiempo. El ecosistema marketero es eternamente mutable y los cambios que allí acontecen se suceden a velocidad vertiginosa. Por esta razón, quienes invierten demasiado tiempo rumiando conceptos corren el riesgo de que tales conceptos lleguen con sabor a rancio a las papilas gustativas del consumidor.