El interactive marketing o marketing interactivo es una estrategia con un argumento basado en que es proporcional la relación cliente–proveedor del servicio, con la percepción de calidad de un servicio ofrecido por una marca.
Este tipo de estrategias nos plantean analizar las atribuciones del servicio al cliente, ya no sólo como una parte en que interactúan marcas con consumidores, sino en un canal de comunicación donde la experiencia se convierte en garantía de que ese consumidor seguirá implicándose en la marca o advertencia de que se está por perder un cliente.
Una forma de entender este tipo de relaciones parten desde conceptos tan simples como la experiencia que se tiene con una aeronave cuando resuelve o no la pérdida de equipaje o una mascota, hasta la analítica que podemos hacer en niveles macros cuando nos encontramos con importantes bases de datos que operan empresas como las editoriales y la relación que guardan con audiencias a partir de las suscripciones que tienen.
Ejemplo de lo anterior sucede con casos como el que ocurrió recientemente con Interjet, una aerolínea que perdió la mascota de una pasajera que tras implementar una campaña en redes sociales, a la que terminó sumándose la compañía, logró responder con una creativa estrategia de atención al cliente.
Tenemos del otro lado datos de Deloitte, donde se advierte que entre las prioridades de inversión en el análisis de data, explorar la data del consumidor es el principal objetivo para un 55% de CFO encuestados.