Desde hace dos años el influencer marketing ha experimentado un gran crecimiento y ha llegado a convertirse en una parte básica de la mayoría de planes. Las marcas y los marketeros han caído en la cuenta de que este tipo de marketing puede ayudarles a implementar campañas más certeras. Según una investigación, el 67% de los marketeros creen que las campañas de influencer marketing les ayudaron a alcanzar una mayor audiencia y conseguir mejores resultados.
Las campañas sociales llevadas a cabo en múltiples canales también se han vuelto más comunes, y las marcas han empezado a expandir sus propias industrias para que los influencers trabajen con ello. Como afirma Giordano Contestabile, ya se trate de una influencer de moda hablando de restaurantes, o de la autora de un blog sobre maternidad colaborando con una marca de moda, los resultados reflejan que trabajar con influencers de fuera del sector refuerza la marca y permite alcanzar nuevas audiencias.
Se estima que el influencer marketing alcanzó los 2.000 millones de dólares en 2017 y que podría llegar a los 10.000 millones para 2020, convirtiéndose en un marketplace eficiente. Por la importancia que el influencer marketing ha estado ocupando, la Federal Trade Commission ya se ha preocupado de establecer nueva regulación, advirtiendo a los influencers y a las marcas sobre la divulgación de sus asociaciones.
Pero aunque la mayoría de marketeros ya han decidido implantarlo dentro de sus estrategias, el 41% sigue invirtiendo en ello menos de un 5%. La publicidad y el marketing tradicional tienen menos impacto, sobre todo tras el uso cada vez más frecuente de los ad-blockers y del paywall. Por lo tanto, los esfuerzos adicionales deberían centrarse en las redes sociales y en las campañas de influencer marketing.
Tan pronto como este tipo de estrategias estén más implantadas, necesitarán sufrir una evolución para ser más efectivas, como mejorar las analíticas o cambiar las relaciones entre marcas e influencers. Las campañas de escala serán uno de los caminos más efectivos y los que no tengan acceso a los medios humanos y tecnológicos necesarios probablemente se queden atrás.
Por otro lado, probablemente se vea un aumento de las tácticas always-on. La idea de potenciar a los influencers para un evento, producto o post es una idea del pasado y es de esperar que se acaben estableciendo relaciones estables con las marcas. Para ello, será necesario tomar el tiempo y esfuerzo suficiente para desarrollar relaciones holísticas que beneficien a ambas partes. Los influencers pueden informar a las marcas de las tendencias y ofrecer un feedback de los productos, mientras que las marcas pueden ofrecer ideas para sus seguidores, por ejemplo.
Son las redes sociales las que llevan a las marcas al público mayoritario. Facebook e Instagram ofrecen a los influencers herramientas para identificar y medir publicaciones patrocinadas y brindan oportunidades para la ampliación. Esto tendrá como resultado un aumento de las oportunidades para los influencers, con mejores herramientas. En el futuro, probablemente esta tendencia crezca, con la monetización y los avances tecnológicos.
Pero, a pesar del crecimiento de la industria, la mayor parte de colaboraciones han ido al 1% de influencers. Los micro-influencers, que pueden tener un impacto equitativo, han sido pasados por alto por la mayoría de marcas. Pero, en realidad su engagement puede ser superior al de los influencers más afamados y el contacto con sus seguidores ser mucho más personal.
En conclusión, el influencer marketing se está convirtiendo en un buen marketplace y es probable que, con el aumento de marcas interesadas en él y el correlativo aumento de la inversión, se convierta en un sano ecosistema para la industria en los próximos años.