Uber, siguiendo la política de recortes que ha puesto en marcha y que afectará especialmente a su departamento de marketing, ha despedido a 400 integrantes de este área, lo que supone prescindir de un tercio de los trabajadores que originalmente integraban esta sección.
Dara Khosrowshahi, consejero delegado de Uber, ha señalado que la principal razón de los despidos reside en que “muchos de nuestros equipos son demasiado grandes, lo que hace que se duplique el trabajo”. Este movimiento se produce menos de tres meses después de que la compañía saliese a Bolsa, lo que ha conllevado una reestructuración de su organigrama.
Este cambio organizativo significó el alejamiento, a principios de junio, de Barney Harford, que desempeñaba el cargo de jefe de operaciones en la empresa, y de Rebecca Messina, que ocupaba el puesto de jefa de marketing. De esta manera, las tareas de Harford fueron asumidas por Khosrowshahi, mientras que Jill Hazelbaker, vicepresidenta de comunicaciones y políticas públicas, se hizo cargo de las responsabilidades de Messina a través de un nuevo macrodepartamento.
A partir de ahora, Mike Strickman, actual vicepresidente de rendimiento del marketing, se encargará del rendimiento de marketing, la gestión de relaciones con clientes (CRM, por sus siglas en inglés) y análisis. Además, Uber contempla la posibilidad de contratar a un vicepresidente de marketing global que se encargue de dirigir a los jefes de producto, marca, Uber Eats, operaciones de empresa a empresa, investigación e información, planificación y operaciones y trabajo creativo.