La pandemia ha provocado que las preferencias de marca del consumidor se tornen muy inestables

La pandemia ha provocado que las preferencias de marca del consumidor se tornen muy inestables

La pandemia del coronavirus y el sorpresivo movimiento «Black Lives Matter» han modificado las preferencias de marca del 45% de los consumidores, según un reciente estudio llevado a cabo en Estados Unidos por Ketchum.

Así, el 45% de los consumidores consultados ha cambiado su preferencia en lo relativo a al menos una marca, y el 62% espera que sus preferencias de marca estén permanentemente al vaivén de los cambios antes de que la crisis del COVID-19 se resuelva satisfactoriamente.

Además, el 88% de los consumidores coincide en señalar que el coronavirus ha dado fuelle a la ética en el universo empresarial, y el 90% declara, de hecho, que prefiere comprar productos y servicios de aquellas marcas que dan prioridad a la seguridad de sus clientes y de sus empleados.

En el estudio, Ketchum identifica cuatro tipos de consumidores y cada uno de ellos lidia con la crisis sanitaria y financiera de manera radicalmente diferente.

Los denominados «retro reengagers» (una tipología a la que están adscritos el 33% de los consumidores) desean sobre todo y ante todo regresar a la normalidad, son de ideología conservadora, se sienten cómodos visitando lugares públicos, no creen en la obligatoriedad de las mascarillas faciales y no les hacen demasiado tilín ni la diversidad ni la inclusión.

De otra índole son los exploradores de mente abierta (22%), que desean que el mundo poscovid sea de naturaleza más progresista. Urbanitas y generalmente con educación superior, estos consumidores se dejan influir fácilmente por los anunciantes, las redes sociales y los bloggers. Y están particularmente predispuestos a cambiar sus preferencias de marca en base a las acciones de determinadas marcas durante la crisis del COVID-19.

A la categoría «worried withholders» se inscribe el 20% de los consumidores, que prefieren permanecer en su zona de confort y no se sienten del todo seguros en los espacios públicos. Estos consumidores, generalmente talludos y de ideología conservadora, no se sienten influidos muy fácilmente por la publicidad. Y han sido menos veleidosos que otros consumidores durante la pandemia a la hora de modificar sus preferencias de marca.

Los interlocutores cautos, que son el 25% de los consumidores, tienden a ser liberales en el plano político, mantienen escrupulosamente la distancia social y se sienten hasta dos veces más incómodos que otros consumidores en lugares públicos. Esta cuarta tipología de consumidor prefiere comprar productos de marcas que dan soporte a la diversidad y la inclusión.

Lo que parece claro es que en los tiempos que corren los consumidores no pierden de vista las acciones de las marcas en el nuevo escenario emanado de la pandemia y las injusticias sociales. Y tales acciones impactarán, de hecho, a largo plazo en la lealtad del consumidor.