Ser un gran líder se demuestra en tiempos difíciles. Con buena mar y viento a favor, todos saben navegar bien. Pero en la tormenta, cuando la mar se vuelve brava, es donde los buenos navegantes demuestran su capacidad.
Según Gonzalo Martínez de Miguel, CEO y Director del «Acelerador del Talento Directivo» de INFOVA, «en momentos de crisis como los que estamos viviendo, es cuando se necesita un buen capitán capaz de dirigir la nave, de mantenerla a flote, de conservar la calma y tomar decisiones acertadas. Para ello hacen falta líderes que se ganen el puesto, siendo capaces de dirigir sus organizaciones cuando la información es limitada, cuando se tienen pocas certezas y mucha confusión, y aún así se es capaz de tomar decisiones difíciles y defender el bien mayor».
El sociólogo Zygmunt Bauman avisó hace años de que el mundo actual es volátil. “Vivimos una realidad líquida, algunos ya dicen gaseosa, donde todo cambia fácilmente, donde las certezas duran poco y la realidad se redefine de una semana para otra”. Los cisnes negros, que nos presentó el filósofo Nassim Taleb, “parecen mas bien volar en bandadas, y no son ya tan sorpresivos, ni tan excepcionales” comenta. El coronavirus es un cisne negro más, como lo son las guerras imprevistas, los crash bursátiles, la quiebra de Lehman Brothers, el 11-M, el Brexit o el triunfo de Trump.
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Por todo ello, Martínez de Miguel advierte que este es el momento de los líderes. “El país necesita líderes, las empresas los necesitan y las familias también”. A todos ellos el experto les ofrece esta serie de recomendaciones:
1.- Convive con la certeza del error. No todas las decisiones van a ser acertadas en todas las decisiones, y es que éstas se van tomando con la información que uno dispone y, en estas ocasiones, suelen ser limitadas. Debe asumirse que se cometerán errores y se pagará un precio.
2.- Esperar también es una opción. El exceso de movimiento no es necesariamente la mejor solución. “Escucho muchas empresas tomando decisiones como si el paradigma hubiera cambiado definitivamente. Como si la crisis fuera a durar años. Quizás sí, pero no es la hipótesis más probable. El mercado se ha parado. Los próximos meses van a ser lentos y, con toda seguridad, el año va a ser malo en su conjunto. Pero la normalidad volverá y quizás te pille con toda la empresa desmontada” explica. Serenidad. Toma decisiones valientes pensando en el futuro. Actuar con la claridad de que la única certeza es que esta crisis, como todas, pasará.
3.- Estate atento a las oportunidades. En las situaciones de crisis siempre hay oportunidades para quien las sabe ver. De entrada, ha aparecido algo que muchos no han tenido en años, tiempo. Tiempo para redefinir procesos, para desarrollar proyectos, para la creatividad, la definición de nuevos productos y servicios… Por ello es buena opción, vivir esta situación como una oportunidad de cambio y mejora porque también lo es.
4.- Cuida a las personas. “Estás asustado. Tus equipos también, no se sabe si la empresa va a ser viable, si vas a tener que despedir a parte de la plantilla, si vas a hacer un ERTE, un cierre o una suspensión laboral” explica el CEO de INFOVA. Por ello, aconseja mantener la comunicación abierta en la medida que se pueda permitir. Incluso si hay que tomar decisiones dolorosas, se debe cuidar a las personas. Bajo ningún concepto debe renunciarse a la ética, ni a los principios, ni hacer trampas o usar la crisis de excusa.
5.- Sé un referente de actitud. Un líder debe ser referente de entusiasmo, de compromiso, de serenidad, de equilibrio. Dar el ciento por ciento cada día para hacer lo mejor y pedir al equipo que ellos también lo den. Debe tratar de contagiar su pasión y su energía positiva para navegar la tormenta y salir adelante. “En los momentos difíciles todo el equipo mira a quien dirige y espera que esté a la altura del reto” añade.
6. Sé fuerte. Sé resiliente. Sé antifrágil. La Fortaleza tiene que ver con la capacidad de soportar la adversidad, sin romperse, sin venirse abajo, sin abandonar, sin resignarse. La Resiliencia se demostrará luego, recuperando a la empresa de la adversidad y devolviéndola a su lugar previo a la crisis. La Antifragilidad nos dibuja la condición de aquellas personas y aquellas empresas, que no solo resistan la adversidad, sino que crecen y mejoran en ella, para hacerlo pregúntale de qué forma esta crisis os puede hacer mejores.
7.- Cuídate. Como un acto de responsabilidad. Se debe aprovechar el tiempo también para descansar, dormir, ejercitarse y alimentarse bien. Si el líder se rompe, todos sufren. Si se agota, tomará peores decisiones y debilitará las relaciones. Cuidar el entorno familiar, para no abrir otros frentes en casa, es imprescindible y es que se necesita que el hogar sea un lugar seguro, un refugio a la pelea diaria.
8.- Sé exigente contigo. Para que cuando todo esto pase, según indica el experto “te mires en el espejo y te puedas sentir orgulloso de ti. De tu gestión, de con si hiciste lo mejor que supiste. Nadie, ni tú tampoco, podrá pedirte más”.
9.- Céntrate en tu zona de influencia. Por último, añade “pon tu energía en aquello que depende de ti. Ponerle mucha energía sobre lo que escapa a tu capacidad de acción es muy humano, pero es muy poco efectivo. La queja y el lamento no son útiles salvo para desahogarte. No dejes de hacer lo que si puedes hacer por estar quejándote o lamentándote de lo que efectivamente no puedes hacer”.