La crisis sanitaria y económica por la COVID-19 ha acelerado los cambios en las tendencias de consumo y está modificando las dinámicas en muchos ámbitos de la economía. El nuevo consumidor está más preocupado por su seguridad y por su situación financiera, por ello es más selectivo en su gasto, más digital y, sobre todo, mucho más consciente.
Alfonso Bastida y Christian Helmut, expertos en ventas, destacan que “la COVID-19 ha generando profundos cambios en los hábitos y preferencias de los consumidores. Las marcas deberán adaptarse a ellos de forma rápida y flexible para seguir generando confianza”. El nuevo consumidor ve la digitalización como una manera de mantener las medidas de prevención y, a la vez, mantener la conexión con otras personas y empresas.
Hoy por hoy, el cliente tiene acceso a multitud de detalles de los productos o servicios que quiere consumir, sin necesidad de salir de casa. El nuevo consumidor de la era pos-COVID es una persona totalmente dependiente de su smartphone a la hora de comprar y tiene, al alcance de un clic, toda la información que necesita. Desde el lugar donde se ha fabricado el artículo hasta los materiales, pasando por a qué destina los beneficios la empresa vendedora. Toda esta información ya no es ningún enigma.
Claves que definen al nuevo consumidor post COVID
- Consolidación del usuario digital. La COVID-19 y el confinamiento han significado un gran impulso a lo digital y han dado lugar a nuevas tendencias de consumo en todo tipo de clientes.
- Un consumidor muy informado. En un contexto de aumento de la digitalización, cada vez más clientes tienen acceso a muchísima información de los usuarios. Este es un elemento determinante en la decisión de compra.
- La personalización del servicio o producto. El big data es una herramienta imprescindible, ya que es capaz de prever si nuestros hábitos de consumo cambian y el motivo por el que lo hacen. Los negocios saben dar un valor añadido a sus clientes y sobre todo generar una relación de confianza.
- Mentalidad marcada por la sostenibilidad. Cada vez son más los consumidores que exigen una transformación de los procesos empresariales hacia sistemas más sostenibles.
- Más exigente con las marcas. La pandemia ha supuesto un punto de inflexión en la relación de los consumidores con las marcas.
- Preferencia por la proximidad. Como consecuencia de las restricciones a la movilidad, los consumidores ahora prefieren los negocios cercanos. Así, estos establecimientos se han convertido en sus mejores aliados para cumplir las normas de seguridad sanitaria, además de aportar mayor comodidad.
- Nueva personalidad HIPER. Hiperpersonalización, hiperpertenencia, hiperdisponibilidad. El consumidor necesita sentirse especial, único. El nuevo cliente necesita poder ser partícipe de cualquier parte del proceso de compra y quiere decidir cuándo y cómo comprar y cuándo y cómo recoger su pedido.