Mantener los equipos interconectados está a la orden del día; permite que la información esté actualizada y consigue que la resolución de problemasse realice de forma más eficiente. Todo ello genera un entorno que impulse el rendimiento excelente. Pero ¿cómo mejorar la comunicación en un equipo de trabajo? Primero conocer cómo está organizada la empresa para empezar a marcar objetivos. «Cuando hablamos de equipo de trabajo, hacemos referencia a la colaboración sinérgica que permite la transparencia y la comunicación a nivel organizacional. Es imprescindible tener al mando un líder que sea capaz de gestionar cualquier tensión o situación de conflicto», según indica Gonzalo Martínez de Miguel, CEO de INFOVA y director del Acelerador del talento Directivo.
Las claves para una eficaz comunicación en equipos de trabajo son:
• Realizar una escucha activa: Analizar no solo lo que una persona dice, sino también la idea y los sentimientos. De esta forma, se podrá influir y persuadir, con el objetivo de tratar de provocar cambios en los demás, siempre en beneficio del empleado y la compañía.
• Hablar en positivo: Al dirigente se le debe ver como un líder transformacional, con capacidades motivadoras, frases inspiracionales y así aprender de los errores y no culparse de ello.
• Mensajes claros y concisos: Saber transmitir los mensajes con total transparencia, no extenderse, evitando la información redundante, y destacando lo primordial.
• Empatía: No todos los líderes poseen esta cualidad. Es recomendable trabajar sobre la empatía, para poder conocer y sentir aquellas situaciones no controlables y tratar de entender al colaborador, con el objetivo de motivarle para que consiga sus metas.
• Favorecer el diálogo y el debate común: En los equipos de trabajo destaca poder intercambiar opiniones y favorecer el crecimiento de la compañía. Pero nunca ponerse a la defensiva ante las críticas constructivas, pues el objetivo es hacer crecer a la compañía y al equipo en sí.
• Reuniones con regularidad: Para garantizar que los objetivos se están llevando a cabo se recomienda su control y seguimiento a través de reuniones periódicas, de forma que se puedan establecer mejoras en el desarrollo de las tareas.
Todo esto conlleva una eficaz comunicación en los equipos, que serán materializados en una distribución de tareas de manera más eficiente, debido a que conociendo los puntos fuertes y puntos de fricción de cada empleado, se podrán distribuir tareas más acordes a las características de cada individuo.
Además, al poder opinar y comentar aspectos de mejora, se consiguen empleados interconectados, incrementándose su rendimiento, que redunda en toda la organización contribuyendo al desarrollo empresarial y aumentando la transparencia entre colaboradores.
Martínez de Miguel indica que «gracias a la colaboración grupal entre equipos de trabajo podemos conseguir un mayor aumento de la productividad, resolviendo problemas o llevando a cabo soluciones creativas. Además, al tener una organización empresarial bien establecida se conseguirá un buen ambiente laboral, donde las personas podrán desarrollarse y aportar valor a la organización e incrementando la retención del talento».