Activistas de Greenpeace protestan en Madrid contra el Black Friday y el «hiperconsumismo» 

Tras varias semanas de intensa publicidad, el Black Friday ya está aquí. Este 25 de noviembre se celebra el conocido «viernes negro», una jornada en la que los grandes descuentos son los protagonistas. Sin embargo, el impacto que tiene el Black Friday en el planeta ha desencadenado protestas en ciudades como Madrid.

Un grupo de activistas de Greenpeace ha plantado en el centro de la capital cuatro montañas de residuos, con varios metros de altura, bajo un gran cartel en el que se podía leer «Hecho para tirar».

La finalidad de esta acción es condenar el despilfarro que supone una jornada en la que las empresas incitan a los usuarios a consumir compulsivamente sin pensar realmente en el impacto que tienen todas sus compras.

Subiéndose a las «montañas» de residuos (y haciendo hincapié en el daño medioambiental de la industria de la moda, la segunda más contaminante), los activistas de Greenpeace han mostrado sus pancartas con reivindicativos mensajes como «El Black Friday destruye el planeta» o «Las marcas nos están consumiendo». Al mismo tiempo, han difundido sus acciones a través de Twitter bajo el hashtag #StopBlackFriday.

Tal y como ha anunciado Greenpeace en su Twitter, la organización tiene intención de pedir al Gobierno que vigile el cumplimiento del artículo 18 de la nueva ley de residuos para evitar la destrucción de productos no vendidos.

  • Black Friday: más residuos, más contaminación, más emisiones

Según Greenpeace, cada año van a parar a vertederos en torno a 990.000 toneladas de productos textiles en España, de los que se recicla entre el 10% y el 12%. Además, solo las devoluciones del comercio electrónico en EE.UU. en este Black Friday emiten 15 millones de toneladas de CO2.

La responsable de biodiversidad de Greenpeace, Celia Ojeda, ha explicado a EFE que el blanco de la protesta no son las personas consumidoras, sino la sobreproducción de las grandes marcas. Estas incitan al consumidor a adquirir productos de «menor duración y peor calidad» que terminan «en vertederos e incineradoras».

Por ello, las protestas de la ONG ya no solo denuncian la materia prima que se precisa para esta elevada producción, sino que alertan también sobre la contaminación y el alto coste ambiental que este tipo de jornadas suponen.

Los trabajadores de Inditex también se manifiestan

Ha habido otros colectivos que estos días se han sumado a las protestas contra el Black Friday. La CGT convocó una manifestación a las puertas del Zara situado en Plaza de España. Decenas de dependientes se congregaron para denunciar que, mientras la compañía aumenta sus precios y beneficios, los salarios de los empleados se quedan atrás y las condiciones no mejoran.

En Galicia, los trabajadores de Inditex se concentraron en el Centro Comercial As Cancelas de Santiago donde, según la Confederación Intersindical Galega (CIG), las tiendas permanecieron cerradas a modo de protesta.

Al otro lado del Atlántico, los empleados de Amazon también se revelan. Después de que la compañía anunciara el despido de 10.000 trabajadores, en muchos países se han convocado huelgas y protestas coincidiendo con el Black Friday. Desde Estados Unidos a Reino Unido, India, Japón, Australia, Sudáfrica y toda Europa, los empleados han salido a la calle pidiendo mejores salarios y condiciones de trabajo.

De acuerdo con Bloomberg, la campaña #MakeAmazonPay («haz que Amazon pague») está coordinada por una coalición internacional de sindicatos y cuenta con el apoyo de grupos ecologistas y de buena parte de la sociedad civil.