Actualmente, una de cada cinco búsquedas se realiza utilizando la voz, y durante el 2019 hemos observado cómo cada vez más personas hablaban con Alexa o Google Assistant en diferentes situaciones de su día a día. De hecho, más del 70% de los consumidores ya utilizan en alguna medida un asistente de voz en su rutina diaria, según datos de la consultora Strategy Analytics. La alianza formada por tecnología y voz ha llegado para quedarse y, por este motivo, masvoz, compañía con más de 15 años de experiencia en servicios de comunicaciones para empresas, analiza las diferentes aplicaciones en el uso de la voz que serán tendencia el próximo año.

• Búsqueda por voz. El uso de esta aplicación o uso continuará aumentando el 2020, y se estima que la mitad de las búsquedas por Internet se harán a través de la voz. Esto significa que las marcas tendrán que adaptar sus estrategias SEO, aquellas que les garantizan los primeros puestos en el buscador, hacia estrategias de optimización de búsqueda por voz o VEO, por sus siglas en inglés.
• Apps con interfaz de voz (VUI). Los desarrolladores de apps incorporarán el reconocimiento de voz para que los usuarios podamos interactuar con ellas mediante comandos de voz, ya sea para transcripción de texto o para realizar tareas dentro de la app. La voz rivalizará con las pantallas como la interfaz preferida ya que se muestra como una forma de interacción más natural con la tecnología. El reto en este ámbito es que la respuesta de los dispositivos también sea natural y las conversaciones no parezcan forzadas.
• Interactuar con objetos. Cada vez más productos incorporarán el control por voz o estarán diseñados para interactuar con las personas gracias a los actuales asistentes como Siri, Alexa o Google Assistant. Por ejemplo, Amazon presentó el año pasado una gama de productos que integran Alexa: un microondas, un reloj de pared y hasta un dispositivo para el coche. Muchos sectores están apostando por la voz para atraer a un público que ya nace rodeado de tecnología.
• Pago por voz. Como complemento a los actuales medios de pago, este método se hará popular gracias a la biometría de voz y el alto nivel de seguridad que posee esta tecnología. La huella dactilar o el reconocimiento facial darán paso a la “huella vocal” como identificador único y personal del usuario a la hora de efectuar un pago. Atrás quedará el PIN o las claves para operar con el banco, ya que la biometría de voz es una tecnología segura que tiene en cuenta la pronunciación, frecuencia y velocidad de la voz, además de rasgos físicos que tenemos al hablar para crear dicha huella.