En América, Cadillac es mucho más que una marca. Enraizada con especial fuerza en la cultura popular, Cadillac y el ronroneo del motor de sus coches son la particular banda sonora de muchas personas.
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Consciente de su estatus de icono de la cultura pop, Cadillac acaba de estrenar un spot en el que el rapero Tammy entona una canción confeccionada con retales de temas musicales que mencionan la célebre marca automovilística: Pink Cadillac, de Aretha Franklin; Shut Up and Drive, de Rihanna; Long White Cadillac, de Dwight Yoakam; Cadillac Song, de Ariana Grande, Heaven Is in the Back Seat of My Cadillac, de Hot Chocolate, y White Walls, de Macklemore & Ryan Lewis.
En el anuncio, creado por Leo Burnett México y dirigido por Rodrigo Saavedra, son visibles varios Cadillacs, todos actuales, que se abren paso entre rockeros, raperos y músicos callejeros.
El spot además se distingue por sus muchos guiños a Hollywood, y concluye haciendo partícipe al espectador de que más de 3.000 canciones, 16.000 piezas artísticas y 17.000 películas han sido inspiradas por Cadillac.
“Cadillac es una pieza de arte en sí misma, que ha inspirado a su vez más piezas de arte. Es un caso en el que el arte termina imitando al arte”, reseña Federico Russi, director creativo de Leo Burnett. “Somos una marca que va más allá de los límites del tiempo para inspirar a futuras generaciones. El arte nunca morirá y nuestra inspiración tampoco”, destaca.
Filmado en bosques, en espacios urbanos, en las inmediaciones de un volcán y en un autocine que era en realidad una gasolinera abandonada, el anuncio se grabó en apenas tres días e implicó un desafío logístico de dimensiones colosales.