El domingo 7 de febrero, el encuentro entre los Denver Broncos y los Carolina Panthers será el marco para uno de los eventos más importantes de la publicidad estadounidense: el 50º Super Bowl.
El pasado año, 114,4 millones de televidentes (alrededor del 40% de la población del país) miraron el partido por la cadena NBC, transformándolo en el programa más visto de la historia de la televisión local. Esa descomunal audiencia implica mucha presión para las marcas y las agencias que pretenden aprovecharla al máximo.
Este año el evento será transmitido por la cadena CBS, que vendió el 8 de enero los últimos espacios reservados para anunciantes de último momento. Como resultado, CBS recaudará alrededor de 377 millones de dólares, según estima Ad Age Datacenter. De acuerdo con compradores de medios, un comercial 30 segundos tiene un costo de entre 4,6 y 5 millones de dólares, una tarifa que sube en promedio un 11% año a año. Desde 1967, el Super Bowl ha recaudado 4.500 millones de dólares en pauta publicitaria, 5.900 millones si se ajusta la inflación.
En esta ocasión participarán del evento anunciantes como AB InBev, Amazon, Toyota, Walt Disney, Coca-Cola, Doritos, PepsiCo, Taco Bell, Honda, General Motors, Squarespace, Mars Inc. y Volkswagen.
Se espera que los comerciales de este año tengan un tono más ligero que el de 2015, que resultó algo sombrío y serio al tocar temas como el cyber bullying o el abuso doméstico. Muchas marcas recurrirán al humor y contarán con la participación de celebridades, especialmente comediantes como Amy Schumer, Seth Rogen, T. J. Miller, Keegan-Michael Key y Jordan Peele.
La participación de los anunciantes en el Super Bowl no se limita solamente a los comerciales televisivos. Con prelanzamientos y acompañamiento en las redes sociales, estas campañas exceden el día del partido. PepsiCo, anunciante tradicional del evento y sponsor principal del show de medio tiempo de este año, anunció que destinará un 40% de su presupuesto para el Super Bowl a digital. A medida que la “segunda pantalla” cobra mayor importancia, acompañar sucesos televisivos en la red social se vuelve crucial para las marcas.