A las puertas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río 2016, son muchas las marcas que han querido saludar el evento en sus nuevas campañas.
Coca-Cola es una de ellas a través de Gold, una brillante idea cuyo mensaje reza que detrás de los éxitos siempre hay algo más y que no se trata de ganar a cualquier precio.
Para lanzar su campaña en China, la marca ha querido adaptar su estrategia a las características del mercado, en consideración a que cada cultura tiene sus particularidades. A propósito, si por algo se caracterizan los deportistas chinos es por su disciplina y perseverancia, por eso no es de extrañar que cada cuatro años los medallistas más destacados sean de este país.
Así, Coca-Cola se ha inspirado en la historia de Sun Yang, un nadador que en 2012 se tiró a la piscina antes de que sonase la señal. Cuando le dieron una segunda oportunidad, Yang miró a su madre que se llevaba los dedos a los labios, un código entre madre e hijo para transmitirle calma y concentración y que dio resultado logrando un oro y un récord.
Esta inspiradora historia pretende transmitir al público que una victoria en compañía siempre sabe más, y mejor y si es con una Coca-Cola en la mano, claro.