Los hábitos de consumo en las compras de productos han cambiado, y los consumidores han sustituido las compras en tiendas físicas por virtuales; sin embargo, aún hay tiendas que no atienden el e-commerce debidamente. Un análisis de BrandShop señala que el 82% de los consumidores comprarían directamente de una marca en línea si ésta tuviera la opción, y por eso buscan otras marcas que ofrezcan ese servicio o cambian de compañía.
De acuerdo con el análisis 2016 Consumer Preferences Survey, durante el fin de semana de Acción de Gracias, 108,5 millones de estadounidenses compraron en línea, frente al 99,1 millones que visitaron las tiendas físicas. BrandShop puntualiza que «las marcas no pueden sentarse y ver qué sucede sin hacer nada«, ya que a pesar de carecer de e-stores, muchos consumidores son fieles a una marca, pero a regañadientes porque al no encontrar en línea sus productos, los compradores quedan «confundidos y frustrados«.
Asimismo, los consumidores están dispuestos a hacer transferencias si su marca tiene mejor alcance digital, contenido, vídeo y canales sociales, lo cual puede ser complejo para un pequeño emprendedor, pero sencillo para una marca que tiene experiencia aunque no tenga dominio en compras en línea.
Y es que las marcas que venden directamente a los consumidores no sólo pueden aumentar las ventas, sino también mantener el control de su imagen, la historia de su marca y potenciar sus valores, lo cual exigirá canales de comercio electrónico, con lo que las empresas podrían recoger datos valiosos y conocimiento sobre los hábitos de consumo de sus clientes, que podrían utilizar más adelante para sus estrategias de marketing.