El branding ayuda a las marcas a enfrentar los grandes desafíos de hoy en día para destacar y prosperar

Actualmente, las compañías se enfrenten a grandes desafíos para destacar y prosperar. Por eso, a la misión, la visión y los valores que marcan sus líneas estratégicas, se sumó hace años el concepto de propósito: definir cuál es la razón de ser de la empresa, su compromiso con la sociedad y cómo genera valor para sus grupos de interés. Pero, hoy en día, se entiende que solo con el propósito no basta, y se hace necesario hablar en términos de impacto positivo de triple creación de valor: económico, ambiental y social.

Una marca por sí misma tiene potencial para impactar directamente en el negocio, pero Soluble, agencia que nació en 2017 para acompañar a las organizaciones a cuestionarse cómo sus marcas pueden ayudarles a enfrentar los desafíos actuales y cómo lograr sobresalir en un mercado saturado y competitivo, ha defendido el concepto actual de “marca” como elemento esencial para ayudar a las empresas a parecer tan buenas como son. Y eso directamente tiene consecuencias sobre cómo las organizaciones llaman la atención de inversores, fondos de inversión, potenciales compradores y, por supuesto, clientes y audiencia.

En este sentido, Ismael Barros, CEO y cofundador de Soluble Studio, afirma: “La marca no solo es útil para activar ventas, sino también para sacar a flote las fortalezas de una organización, alinear a sus personas y poner en valor todo lo que puede ofrecer a sus clientes, y es cada vez más también un activo de interés para posibles compradores”.

Por tanto, centrarse en la marca y sumarle al propósito el valor económico, ambiental y social, es clave en momentos de transición a nuevas etapas y de crecimiento. A través del branding, tenga la forma que tenga esa estrategia, se prepara a las empresas para ser visibles y reconocidas en su sector, pasando a tener presencia y posicionamiento en el mundo.

Hoy en día, las mayores diferencias en las empresas vienen de los intangibles, y por eso estamos en contra de medir el branding en cifras y términos habituales de otras disciplinas. El branding lo inunda todo y permea en las distintas áreas: diseño visual, employer branding (capacidad de atraer y fidelizar talento) y percepción de la marca desde fuera”, resalta Ismael acerca de los retos de las marcas hoy.

De esta manera, para seguir contribuyendo al impacto de una marca, es necesario medir y reportar el impacto que la marca genera en las personas y el entorno con sus productos y servicios. Es decir, hay que hablar de tres tipos de medición: de resultados, de satisfacción de los stakeholders a los que estás impactando y la medición de transformación. Así se entiende qué transformación está consiguiendo una determinada marca en la sociedad a medio y largo plazo.

Por este motivo, es tan importante que las empresas cuenten y necesiten equipos multidisciplinares, híbridos, que trabajen directamente desde la rentabilidad y la estabilidad hasta la fidelización y la trascendencia. Y es que recordemos que las marcas son lo más importante en una compañía teniendo el potencial de transformar positivamente a las empresas en un contexto en constante cambio.