Debido al aumento de las campañas con elementos de polémica, han surgido estrategias que han buscado acercarse al mercado a través de historias publicitarias reales, por lo que han realizado contenidos en los que vemos a personas comunes posar con la ropa de estas marcas.
En medio de este contexto surgen dos ejemplos que son necesarios observar. Por un lado, la campaña Black mirror (Espejo negro), protagonizada por la modelo Deddeh Howard y que consiste en una estrategia de social media marketing en la que compara el arte publicitario original con uno protagonizado por la modelo.
El objetivo detrás de esta campaña, a decir de su impulsora, está en cambiar la percepción que se tiene de las personas afroamericanas dentro de Estados Unidos, debido a su percepción pública, explica, en encabezados de periódicos donde lo mismo se habla cuando son víctimas de la policía estadounidense o desfilan por la alfombra roja de los premios Oscar.
Este tipo de acciones que buscan diversificar las oportunidades dentro de las campañas publicitarias en las que la inversión de las marcas se ha abocado en un gran porcentaje a personalidades raciales anglosajonas o con estándares físicos donde el sobrepeso o las imperfecciones están descartadas, también han motivado dentro de la industria de medios a tomar acciones como las que veremos en el segundo ejemplo.
Se trata del actor John Cho, quien protagonizó la campaña White Washed. En esa ocasión el actor cambió el diseño de populares carteles cinematográficos protagonizados por actores blancos y puso su imagen en dichos anuncios, como una forma de generar consciencia en el rezago que había hacia actores de origen asiático dentro de la industria cinematográfica de Estados Unidos.