Hace ya un tiempo que desde Bruselas se investigan las cuentas de Google y Apple pues cae sobre ellas la sombra de la duda sobre el correspondiente pago de impuestos y el posible desvío de dinero a otros países con mayores ventajas fiscales. Así, ambas compañías tradicionalmente rivales, tienen un frente común de lucha.
En esta línea, Google ya acordó con las autoridades británicas el pago de 130 millones de libras aceptando el abono de impuestos atrasados por sus ingresos en el país desde el año 2006. Sin embargo, ahora se enfrenta a las incesantes peticiones europeas sobre un mayor pago de impuestos.
Estas acciones han caldeado indirectamente el ambiente político, pues son muchas las figuras públicas del ambiente gubernamental americano las que han salido al paso a defender los intereses de las empresas estadounidenses, tachando las investigaciones de “discriminatorias”.
Desde Google, el director de asuntos públicos europeos de la compañía, Peter Barron, ha escrito un artículo en el Financial Times asegurando que “los impuestos se pagan en el país en el que se genera la actividad económica y como compañía estadounidense pagamos nuestros impuestos en EE.UU.”.
La situación es tensa para la mayoría de tecnológicas acusadas de pagar menos de lo que deberían en Europa y, aunque Google ya ha dado una tregua aceptando pagar en el Reino Unido, parece que la siguiente en ser auditada será Facebook, que se enfrenta a una exhaustiva investigación de sus cuentas desde el año 2010.