La lealtad y vínculo que generan algunas de las franquicias más exitosas del cine y televisión muchas veces trascienden generaciones ya que se siguen generando merchandising como juegos, videojuegos, ropa, calzado y artículos coleccionables, todo con la finalidad de dejar una grata impresión en los fans. Esto lo saben dos de las marcas de juguetes más grandes del mundo: Hasbro y Bandai, al decidir unir a Monopoly con Dragon Ball Z para lanzar una edición especial del clásico juego de mesa con el popular manga que se catapultó con la serie de anime en la década de los noventa.
El cobranding es una estrategia de marketing que consiste en la asociación de dos o más marcas con el objetivo de potenciar el valor, aumentar rentabilidad y destacar valores complementarios de las mismas. Este recurso es utilizado principalmente cuando las marcas atraviesan por momentos difíciles en los que el consumo de sus productos manifiesta un descenso, afectando sus ingresos. Sin embargo, no excluye los casos en los que las alianzas buscan una relación win-to-win con la finalidad de reforzar el engagement de las marcas.
Tal es el caso del Monopoly de Dragon Ball Z, ambas marcas gozan de popularidad y gran engagement con el público, además de ser de las más importantes para sus respectivas casas jugueterías, Hasbro y Bandai. El sector es liderado por Mattel, que el año pasado reportó ingresos de 5.700 millones de dólares, seguida por Lego, que obtuvo 5.200 millones; Namco Bandai, con 5.100 millones, y Hasbro, que recaudó 4.400 millones, de acuerdo con datos de Statista.