En este siglo XXI el precio no es estrictamente suficiente para unir a marcas y consumidores, tal como concluye un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por la consultora Capgemini, según el cual el factor que de manera más determinante influye en la fidelidad del consumidor son las emociones.
El 82% de los consumidores que dicen estar muy apegados emocionalmente a una marca se confiesan compradores fieles. Por el contrario, la proporción de consumidores fieles huérfanos de conexiones emocionales con las marcas es de apenas un 38%.
Por otra parte, el 81% de los consumidores fieles se da a la tarea de recomendar sus marcas favoritas a sus amigos y familiares, y el 70% va más allá y se declara incluso dispuesto a pagar hasta el doble por los productos de las marcas de sus amores.
Los hombres (52%) hacen gala de una fidelidad más marcada que las mujeres (43%) en su relación con las marcas. En tanto que por grupos de edad se muestran particularmente fieles a las marcas los jóvenes de entre 22 y 36 años (53%).
En la fidelidad del consumidor tiene también un elevado impacto el lugar de residencia del consumidor. En general los consumidores de áreas urbanas (49%) hacen gala de más fidelidad en su relación con las marcas que los residentes en entornos rurales.