La imparable subida de precios está obligando a los consumidores a reducir su consumo, especialmente en sectores como el de la tecnología. En España, la inflación interanual se situó en el 10,5% en el mes de agosto, y esto ha repercutido en la cesta de la compra: los alimentos se han disparado un 14%.
Pero no solo la industria de la alimentación se ha visto afectada por la gris situación económica. El sector tecnológico también está notando ya las consecuencias y las previsiones para los próximos meses son preocupantes.
Según la consultora International Data Corporation (IDC), y tal y como avanza el periódico El Mundo, se prevé que la venta de teléfonos móviles caiga un 6,5% hasta final de año, lo que se traduce en la venta de alrededor de 1.270 millones de unidades. La venta de ordenadores, por su parte, previsiblemente también se verá reducida hasta un 12,8%, quedándose en la cifra de 305 millones de unidades.
China es el país donde más evidente será la caída global de venta de móviles: se calcula que el descenso duplique el retroceso a nivel mundial y que llegue hasta el 12,5%. En Europa Central y del Este se espera un desplome del 17,4%.
En EE.UU. la situación no será, en principio, tan negativa. Las ventas apenas descenderán, como tampoco lo harán en Europa Occidental, donde la caída sería mínima (-0,7%).
Este periódico apunta, además, que la caída no será igual para todas las marcas. A pesar de que Samsung aglutina un 21,8% de cuota de mercado en el mundo y Apple un 15,6%, puede que la bajada en las ventas se note más en la primera marca, dado que la compañía de Tim Cook tiene la capacidad de colocar en el mercado productos de un altísimo precio, como el recientemente presentado iPhone 14.
El sector de la tecnología, afectado por la reducción del consumo
Más allá de las previsiones, los datos indican que el consumo de tecnología ya se ha resentido en lo que va de año. Las ventas en este sector han caído en torno a un 7% en los primeros meses de 2022. Además de la inflación actual, otros causantes de este descenso en las ventas son la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania o la falta de stock debido al desabastecimiento de materiales electrónicos.
A pesar de que los dispositivos electrónicos como smartphones, portátiles o tablets fueron esenciales durante la pandemia, especialmente en la época de confinamiento, son productos «prescindibles». En situaciones complejas como la que se avecina, con bajadas generalizadas del poder adquisitivo y subidas de precios abruptas, parece lógico que las familias opten por recortar las compras de productos tecnológicos antes que hacerlo de otros sectores básicos.