Frente a las nuevas plataformas digitales de las que disponen las marcas para conectar con el público, es cierto que los canales tradicionales han queado opacados, mas no muertos. De hecho, siguen vigentes y resisten al olvido.
- La radio. Algunos extendieron a la radio el certificado de defunción con el advenimiento de la televisión, pero lo cierto es que este medio continúa presumiendo de eterna lozanía. La radio llega todas las semanas a 271 millones de estadounidenses. Y no solo a través de la radio analógica sino también a través de los ordenadores y los smartphones. Por esta razón, la radio sigue siendo uno de los principales aliados de las marcas para conectar con audiencias tan grandes como diversas en casi todos los rincones del planeta.
- El email. El correo electrónico se ha ganado la fama de último superviviente entre los canales digitales de marketing. No en vano el 89% de los marketeros B2C se sirve de los “newsletters” para distribuir contenido. Y este porcentaje crece hasta llegar al 93% en el caso del marketeros B2B. Pese a que para algunos el email pasó a mejor vida, lo cierto es que este canal sigue siendo el favorito de los consumidores a la hora de ser contactados por las marcas. Y su popularidad se encuentra en niveles óptimos en todos los grupos de edad, también entre los millennials. El 73% de los jóvenes adscritos a la Generación del Milenio prefiere entablar contacto con las marcas a través del email.
- La publicidad exterior. El mercado global de la publicidad exterior tiene un valor estimado en 29.000 millones de dólares y se prevé que crecerá un 3% en el transcurso de los próximos cinco años. Pese a su ancianidad, la publicidad saca ventaja en términos de eficacia. No en vano, el 38% de los consumidores dice haber fijado su atención en una campaña de publicidad exterior durante la última semana. Y el 47% dice poder recordar los mensajes de una campaña específica de publicidad exterior.
- El boca a boca. Tan o más longevo que el propio marketing, el boca a boca sigue gozando de una salud rebosante. Al fin y al cabo, el 92% de los consumidores confía más en las recomendaciones de otras personas que en la publicidad convencional. Y gana en eficacia al marketing directo, a la publicidad radiofónica, a la publicidad online y a los anuncios impresos.