Por Eva Llorca
Contenido, contenido y contenido. Una palabra que se repite hasta la saciedad en el mundo del marketing. Y es que, no hay nada más cierto como que el contenido de calidad es lo que de verdad impulsa al presente y futuro de la red, y no sólo a lo que posicionamiento web se refiere, sino también al marketing social o el ecommerce. Pero, cuando todo parece estar escrito y hecho, ¿qué tipo de contenido es el que necesita una web? ¿Qué es lo que realmente le gusta a Google?
Hagamos pregunta de examen, ¿qué es el marketing de contenido y para qué sirve? Es una estrategia de marketing clave, a través de la cual llegamos a nuestro público objetivo, siempre y cuando se trate de contenido relevante y valioso para esa audiencia. ¿Pero no había que contentar a Google?
En efecto, un buen contenido será bien visto a los ojos del buscador de buscadores, pero recordemos que el contenido es, en primer lugar, consumido por personas. Lo ideal es convertir lectores en clientes brindándoles información de su interés. Los robots no compran, sino que son las personas.
Cuando se elabora un contenido de calidad se llega a más personas, porque Google detecta que ese contenido es “relevante” y le da tal consideración posicionándolo mejor. Pero además, se genera confianza entre los usuarios, nos ubica como referentes y creamos comunidad.
Ahora bien, pensando un poco en todos (spiders del buscador y usuarios), existen ciertos tipos de contenidos que gustan más. Google se está humanizando, por lo que los contenidos con exceso de palabras clave para forzar una optimización ya no valen. Sigamos las pistas del buen content marketing:
- Naturalidad frente a sobreoptimización: Aunque nos cueste creerlo después de tantos años haciéndolo, el hecho de escribir una y otra vez la palabra clave de nuestra web en un texto no nos hará más “amigos” de Google. Es más, puede hacernos enemigos, pues el buscador no tendrá “piedad” a la hora de penalizarnos si nuestro contenido no ofrece nada interesante. Recordemos la premisa de “escribir para humanos y optimizar para robots”.
- Las palabras clave en los title tag, títulos y snippets: Si nos morimos por introducir las keys del sector, siempre será mejor hacerlo en los títulos y subtítulos del texto. Los title tag y los snippets (meta descripciones) siguen siendo de las primeras cosas que valora Google a la hora de categorizar una página web.
- Sinónimos, los grandes olvidados: No nos olvidemos de utilizar los sinónimos. Los buscadores utilizan el Latent Semantic Indexing (LSI) para localizar resultados que reflejen la intención del usuario, de modo que usar sinónimos o palabras gramaticalmente similares es una manera sencilla de convertir el contenido en relevante.
- ¿Lo bueno si breve dos veces bueno? No demasiado breve: Textos cortos con menos de 300 palabras son un contenido tan escaso que Google no lo tomará en serio. Tampoco se trata de aburrir al usuario, pero sí de crear un texto profundo que demuestre nuestro conocimiento sobre un tema y que no supere las 8.000 palabras pero que exceda las 2.000.
- Más contenido multimedia: El texto está bien, pero Google también valora las etiquetas de imágenes y vídeos. El buscador entiende este contenido como enriquecedor para el usuario y, aunque no lo pueda indexar como tal, sí reconoce el código que hay detrás de él (mediante los <alt> y <title>). Así que, siempre que se pueda, es recomendable introducir un par de imágenes en los textos y un vídeo.
- Google Plus también consume nuestro contenido: El SEO cada vez es más social, por eso para Google un contenido será más relevante cuantas más veces haya sido compartido o los usuarios hayan interactuado con él en las redes sociales, encabezadas por Google Plus. No esperemos a que los usuarios compartan nuestro contenido, usemos las redes sociales para compartirlo entre otros usuarios, foros, blogs, influenciadores,…
En resumen. Simplemente hay que usar el sentido común. Cuando nos enfrentemos a la temida hoja en blanco de nuestro gestor de textos, pensemos en el usuario que leerá nuestro contenido y no tanto en los robots. El contenido que nos agrade consumir a nosotros será, muy probablemente, el contenido que más guste a Google.
Eva Llorcawww.noergia.com
@evallorca