Desde mediados de marzo, cuando comenzó la pesadilla del confinamiento en varios países del mundo, Starbucks decidió reducir a cero sus acciones de marketing y publicidad.
Sin embargo, y a medida que las cifras del Covid-19 dan poco a poco síntomas de mejoría, la cadena estadounidense de cafeterías parece decidida a dejar atrás la abstinencia publicitaria.
En Estados Unidos, Starbucks mantiene abiertos aproximadamente la mitad de sus establecimientos, fundamentalmente aquellos pertrechados de servicios «drive-thru» y los emplazados en las inmediaciones de hospitales. Pero a partir del próximo 4 de mayo se aflojarán las restricciones, lo que será el pistoletazo para que Starbucks regrese al ruedo publicitario con el objetivo de presentar sus nuevas bebidas de cara a la primavera, y así reactivar a los miembros de sus programas de fidelización, informar a sus clientes de sus «happy hours» y recordarles que pueden pedir café con leche de soja a través de su app.
En sus anuncios, Starbucks aprovechará de poner de relieve su acuerdo de colaboración con Uber Eats, en virtud del cual las tarifas de su servicio a domicilio se suspenderán durante el mes de mayo. La cadena de cafeterías prevé volcar sus mensajes publicitarios en la televisión, en la red de redes y en los social media.
Roz Brewer, COO de Starbucks, tiene intención de que la compañía invierta en publicidad la cantidad inicialmente prevista para el año 2020 en su conjunto, pero durante un periodo de tiempo algo menos dilatado como consecuencia del parón.
En abril, las ventas de Starbucks cayeron un 25% con respecto al mismo periodo del año anterior. Y se ha desplomado asimismo el número de transacciones. La gente hace un menor número de pedidos, pero simultáneamente se gasta más dinero porque compra café y snacks para toda su familia o para sus colegas en los hospitales.