Apple, además de ser un gigante de la tecnología, también es un titán de la publicidad. Y una vez más el «expertise» en Apple en materia publicitaria queda demostrado en un nuevo spot para vender las bondades de la batería del iPhone 14 Plus.

Apple es consciente del poder de las buenas historias y enarbola la bandera del storytelling en un anuncio en el que el iPhone 14 Plus está paradójicamente en segundo plano, pero se adorna con las cualidades positivas de la encantadora historia que se narra.

Rubricado por la agencia TBWA\Media Arts Lab, el nuevo spot de Apple para el iPhone 14 Plus descolla entre la multitud, tanto en el plano visual como desde el punto de vista del storytelling.

El anuncio lo protagoniza un anciano que, al ritmo de los acordes del tema 2 Miles per Hour, de Ludacris, se desplaza por una polvorienta carretera en medio de la nada a bordo de un tractor exasperantemente lento, donde transporta una calabaza de dimensiones colosales.

Absurdo y divertido a partes iguales, lo último de la compañía de compañía de Cupertino cautiva de manera casi instantánea la atención del espectador, que no puede sino esbozar una sonrisa al contemplar al anciano moverse trabajosamente con su viejo tractor por un paisaje inhóspito.

Resulta que el anciano tiene la mirada en su iPhone 14 Plus, cuya app de navegación le muestra el camino a seguir, pese a que en el terreno donde se mueve parece haber una única dirección.

El anuncio de Apple es un triunfo porque el espectador conecta automáticamente con el simpático anciano y desea que llegue sano y salvo a cualquiera que sea su destino junto a su calabaza gigante.

Sin enfocarse en exceso en el producto que allí se promociona, el spot de Apple logra comunicar a la perfección que no importa lo largo y lento que sea el viaje del protagonista, porque su iPhone 14 Plus y su batería extraordinariamente duradera no le dejarán jamás en la estacada. Al fin y al cabo, el teléfono aloja en sus entrañas la mejor batería del iPhone hasta la fecha.

«Relax, it’s iPhone 14 Plus» es la frase que pone colofón al nuevo anuncio de Apple, la misma que aparece también en otros spots de la marca.