Por Eva Llorca – Noergia
Las imágenes siempre han tenido gran protagonismo en la historia del marketing convencional y posteriormente en el digital. Las redes sociales siguen dándole la misma importancia a las imágenes, algunas incluso se han especializado en contenidos puramente visuales: Pinterest, Instagram, Flickr, YouTube, SlideShare…
Las imágenes (y vídeos) son contenidos mucho más sencillos de consumir y de digerir por parte de los usuarios. De ahí su gran éxito. Pero no todo es tan sencillo como poner una imagen en lugar de mil palabras. La imagen o vídeo ha de transmitir emociones y mensaje fácilmente, aunque no se muestre texto o no se diga una única palabra en todo el contenido.
Cómo aprovechar el poder visual de las imágenes en tus redes sociales
A la hora de crear un contenido visual para lograr un objetivo definido (aumentar las ventas), no se puede partir de cero y esperar que llegue la inspiración divina. Requiere un trabajo o un conocimiento previo (hábitos y necesidades de los clientes potenciales, qué ha motivado a clientes anteriores a comprar…). Todo ello nos dará un punto de partida para empezar a trabajar con nuestra creatividad y trazar los primeros bocetos a través de un Brainstorming.
A partir de ahí ya tendremos unos cimientos sobre los que construir la imagen o el vídeo. Pero para construir necesitamos más información y más detalles, entre los que es esencial tener en cuenta:
- Historia: Debemos elaborar una historia que se identifique con los intereses, necesidades y formas de pensar (opiniones ante diversas situaciones cotidianas) de los clientes.
- Tema y productos: A partir de la historia, nos centraremos en uno de los temas relacionados con las necesidades del cliente, pudiendo ser éstas reales o no. Así mismo, elegiremos qué productos formarán parte de esta historia. Estos factores se entretejerán para proporcionar al usuario una grata experiencia.
- Emociones: Sin duda, el mayor potencial de una imagen reside en su capacidad de transmitir emociones. A la hora de elaborar la historia, mensaje y escena de la imagen, debemos valorar qué emoción o emociones queremos transmitir a los usuarios. Generalmente cada marca suele transmitir en sus mensajes el mismo tipo de emociones, las cuales se quiere que se asocien inconscientemente con la marca.
- Objetivos de participación: Debemos definir qué tipo de participación se espera por parte de los usuarios. ¿Pretendemos entretener al usuario? ¿Educarlo? ¿Ayudarle a desconectar?
- Determinar la escena: En este punto debemos decidir y cuidar al detalle todos los elementos que compondrán y respaldarán a la historia, y que darán vida a la escena que vamos a crear. Debemos tener en cuenta que los colores y los materiales empleados influirán en la ambientación y en el mensaje que se pretende transmitir.
- Identidad de la marca: La marca ha de estar presente, ya sea directa o indirectamente. Esto último lo podemos lograr, por ejemplo, mediante el uso de colores corporativos, o siguiendo ciertos patrones estéticos que se han ido asociando a la imagen corporativa de la marca. Recordemos que esta imagen (o vídeo) será empleada directamente en los perfiles corporativos de la marca, y en un primer momento el usuario sabe que está visualizando un contenido de la marca, pero ¿y si lo comparte? Su amigos o seguidores han de poder asociar la imagen o el vídeo con la marca de alguna forma, aunque sea de forma inconsciente.
Estos factores nos ayudarán a crear grandes historias para transmitir emociones a los seguidores de nuestros perfiles corporativos, de forma que reciban exactamente el mensaje que les queremos transmitir y que a su vez faciliten que este mensaje sea compartido con otros usuarios, logrando así un mayor alcance de la publicación.
Eva Llorcawww.noergia.com
@evallorca